sábado, 22 de enero de 2011

Cáncer del Cuello Uterino


Cáncer del Cuello Uterino
El cérvix o cuello uterino es la parte más baja del útero, el lugar en el que crece el bebé durante el embarazo. El cáncer de cuello uterino es causado por varios tipos de un virus llamado virus del papiloma humano (VPH). El virus se contagia por el contacto sexual. El cuerpo de la mayoría de las mujeres es capaz de combatir la infección de VPH. Pero algunas veces, el virus conduce a un cáncer. Si fuma, tiene muchos hijos, ha utilizado pastillas anticonceptivas por largos periodos o tiene una infección por VPH tiene más riesgo de que eso ocurra.
En un principio, el cáncer de cuello uterino quizá no causará síntomas, pero más adelante puede haber dolor en la pelvis o sangrado vaginal. Suele tomar varios años para que las células normales del cuello uterino se conviertan en células cancerosas. El médico puede encontrar las células anormales con una citología vaginal o Papanicolau (Pap), que es un examen de las células del cuello uterino bajo un microscopio. Hacerse exámenes Pap periódicamente permite detectar y tratar las células cambiantes, antes de que se conviertan en un cáncer.
Existe una vacuna para las niñas y mujeres jóvenes que las protege contra los cuatro tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino.

Fase precancerosa

La mujer que presenta alteraciones precancerosas debe ser evaluada con una biopsia. Si este examen confirma la lesión, para que la paciente no vea comprometida su fertilidad, se puede escindir la zona afectada. Existen distintas técnicas para tratar este tipo de patología, entre ellas se encuentran la conización o cono. Este es un procedimiento quirúrgico en el cual se extrae todo el tejido afectado en forma de cono del cuello uterino.
Sin embargo, actualmente es más utilizada la escisión electroquirúrgica con asa. En esta técnica se usa corriente eléctrica que pasa por un alambre delgado que termina con forma de aro, para extirpar tejido en condiciones anormales. Este método tiene una eficacia cercana al 100%.
En mujeres jóvenes cuyo tumor sólo compromete el cuello, es menor de dos centímetros y, quienes lo padecen, no quieren perder su capacidad reproductiva, se utiliza una técnica quirúrgica para extirpar el cuello uterino en su totalidad, así como también sus elementos de sostén en la pelvis y los ganglios linfáticos regionales. Luego que se ha extraído el tumor y los ganglios, el cuerpo uterino es unido a la vagina.
NIH: Instituto Nacional del Cáncer

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